KINGSTON.- Militares y policías jamaiquinos fuertemente armados iniciaron ayer un operativo para tomar por asalto el barrio de la capital, Kingston, en el que se refugia el capo de la droga Christopher "Dudu" Coke, pedido en extradición por Estados Unidos. Fuertes explosiones se oyeron en las calles del barrio Jardines de Tivoli, desde las que se levantaban columnas de humo. La Policía se enfrentó ayer con hombres armados en Kingston por segundo día consecutivo, luego de que al menos tres personas murieron en tiroteos entre bandas de narcotraficantes que, ante la situación, tratan de extender el control territorial.

Los tiroteos se produjeron un día después de que el Gobierno declaró el estado de emergencia en partes volátiles de la capital. Muchas calles habitualmente animadas se encontraban desiertas, mientras el país celebraba el Día del Trabajo. Motoristas y peatones se mantuvieron alejados de los puntos problemáticos.

El primer ministro jamaiquino, Bruce Golding, prometió una acción fuerte y decisiva para restaurar el orden en este popular destino turístico del Caribe. Al menos dos policías y un civil murieron y otros siete policías resultaron heridos en los ataques de ayer, que fueron acompañados de reportes esporádicos de saqueos y robos de vehículos.

Pandilla asesina
Se sospecha que los atacantes eran aliados de "Dudu", a quien el Gobierno ha exhortado a rendirse y enfrentar la petición judicial estadounidense para su extradición por cargos de tráfico de cocaína y armas. Según fiscales estadounidenses, Coke lidera la pandilla "Shower Posse", que asesinó a cientos de personas durante las guerras de cocaína en la década de 1980. Estados Unidos pidió la extradición de Coke en agosto de 2009, pero Jamaica se negó argumentando que las evidencias contra Coke habían sido recolectadas mediante grabaciones ilegales de conversaciones telefónicas. Esta actitud alimentó tensiones bilaterales. En su reporte anual de estrategia de control de narcóticos hecho en marzo, Washington señaló que las conocidas relaciones de Coke con el partido gobernante de Jamaica remarcaban la potencial profundidad de la corrupción en el Gobierno.

Policías con cascos, chaquetas antibalas y rifles automáticos de asalto intentaron infructuosamente el domingo atacar barricadas artesanales e infiltrarse en la zona de Jardines Tivoli, en el oeste de Kingston, donde se esconde Coke. Fueron obligados a replegarse luego de que hombres enmascarados abrieron fuego contra ellos desde edificios de gran altura, desde donde vigilan las barricadas que bloquearon siete calles principales. El domingo, los partidarios del capo narco incendiaron una comisaría. Poco antes, los agentes habían sido puestos a resguardo por una unidad especial, luego de que se quedaron sin municiones tras toda una jornada en la línea de fuego.

Triste fama
Antes del fin de semana, el Departamento de Estado norteamericano había alertado sobre los peligros de viajar a Kingston, mientras se elevaba la tensión luego de que Golding dijo que habían comenzado los procedimientos para extraditar a Coke. Golding, del partido laborista, dijo el domingo que demostraría que Jamaica es "tierra de paz, orden y seguridad" donde la violencia no será tolerada. "Este será un punto de inflexión para nosotros como nación para confrontar los poderes del mal que han penalizado a la sociedad y nos valieron la nada envidiable etiqueta de una de las capitales de asesinatos del mundo", dijo.

Según funcionarios, el estallido de la violencia no ha tenido impacto hasta el momento en los sectores productivos de azúcar, banana y bauxita de la isla.

Para muchos jamaiquinos, Coke es un benefactor porque les posibilita que sus hijos concurran a la escuela, les provee alimentos y sobre todo, es mediador en contiendas, indica la versión online del diario "Jamaica Gleaner". Según fuentes norteamericanas, gran parte de la riqueza de "Dudu" proviene del tráfico de drogas y muchas de las armas ilegales en Jamaica ingresan al país por medio de su red criminal. (Reuters-DPA)